CUANDO SE AGOTA LA ENERGIA
¡Hola familias!
Seguramente
que durante estos días estemos atravesando diferentes y cambiantes estados
emocionales, y es más que probable que surjan momentos en los que nuestros
niveles de energía no nos acompañen como nos gustaría.
Es posible
que aparezca con fuerza, la necesidad de tener algún momento para nosotros
mismos, si además, tenemos la sensación de estar acompañados y acompañadas todo
el tiempo.
Esto está
pasándole a muchísima gente en todo el mundo. Con esta sensación , puede
llegarnos el agobio. Esa impresión de sentirse atrapada o atrapado y empezamos
a meternos poco a poco en un círculo vicioso en el que nuestros hijos e hijas
nos demandan más, nosotras y nosotros nos agobiamos, y a más agobio, más
reclamo.
Para poder
salir de esa rueda, el primer paso sería darnos cuenta; parar y girar el foco
hacia nosotros mismos. Ver nuestras necesidades y darnos cuenta de que añoramos
ese espacio individual, el tiempo para uno mismo.
Si
entendemos lo que pasa, y podemos reconocerlo, no nos sentiremos mala madre o
mal padre, lo viviremos con normalidad. Después podremos buscar soluciones
conscientes que puedan adecuarse a la situación que estamos viviendo.
Podemos
pedir ayuda a nuestra pareja, a nuestros propios hijos explicándoles qué pasa;
decirles qué nos pasa, que no tiene nada que ver con ellos y ellas, sino que es
la situación la que nos genera ese malestar.
A veces,
creemos que los niños y niñas no van a entender determinadas situaciones o
explicaciones, pero cuando hablamos con sinceridad de lo que sentimos, desde el
corazón, conectados con nosotros mismos, nuestras hijas e hijos nos sorprenden y son muy generosos.
Para que
todo resulte más sencillo, es importante, antes que programar el día de
actividades, mantener los rituales diarios de horario de levantarse y acostarse
previos al confinamiento. Si las niñas y niños se acuestan pronto, esto nos va
a permitir generar un tiempo y un espacio para nosotros mismos, donde poder
conectar con nuestros sentimientos, sensaciones...en definitiva, recargar
nuestras pilas.
Y así,
durante el día podremos observar de manera consciente que:
Los niños
tienen más energía que los adultos, un deseo inagotable de aprender y una
necesidad (casi) absoluta de interaccionar con sus progenitores.
Quieren
caminar ,quieren mirar, quieren jugar, reír correr , aprender, y lo quieren
hacer todo contigo.
¿qué podemos
hacer cuándo ya no tenemos energía?
La clave
está en tomar como referencia en distintos momentos del día tu propia energía y
tus propias necesidades. O, por lo menos, tomar conciencia de ellas.
A
continuación, os ofrecemos algunas sugerencias para esos momentos en los que
nos sentimos sin energía y nuestra hija o hijo se muestra ávida o ávido de
acción:
1.Dale
trabajo: Dale una escoba, una fregona, o una bayeta para limpiar la mesa.
Cualquier cosa que pueda hacer "como un mayor" despertará su interés y le hará sentirse
capaz , favoreciendo su autonomía y autoestima.
2.Tírate al
suelo: Tírate al suelo. Así sin más. Túmbate y no hagas nada especial. El niño
inmediatamente se subirá encima de ti y jugará contigo. Este tipo de juego
ayuda a fortalecer el vínculo y confianza. No es exactamente igual que
descansar, pero es mejor que correr detrás de tu hija o hijo y llevar tú la iniciativa. Deja que juegue
contigo; relájate y síguele el rollo.
3. Déjale a
su aire. Muchas criaturas demandan atención todo el tiempo, aunque todas tienen
la capacidad de recrearse solas. El juego libre es esencial en su desarrollo
intelectual y emocional . (1) Apaga la tele (2) Déjale a su aire (3) No
interrumpas su juego (4) Muéstrate ocupada, cocinando, por ejemplo y (5) ante
sus demandas dile simplemente; "Ahora no puedo cariño".
4.Toma un
respiro. Si tienes pareja, pide un relevo. Si no tienes pareja plantéate
opciones como echarte una siesta con la niña. Descansar y desconectar es la
mejor manera de volver a conectar con tu energía y tu ilusión.
5.Dale un
baño. El baño ayuda a la criatura a relajarse, a estar calmada en una actividad
limitada a un espacio concreto. Dale un baño. Será un momento tranquilo para ti
y para el niño y cuando termine estará más relajado.
Por último,
nos parece importante recordar que:
Es
importante atender a tu hija cuando llora, cuando te necesita.
No es
necesario llenar todo su tiempo ni su aburrimiento.
Es bueno que
descubra que puede jugar sola.
Es positivo
enseñarle que tú también necesitas tu tiempo.
Estas ideas
han sido compartidas por distintas familias en la cuenta de Instagram de Alvaro
Bilbao, autor del que os hemos compartido el artículo "Efectos
psicológicos de la cuarentena en niños y como combatirlos".
¿Qué os ha
parecido?, ¿Os gustaría compartir vuestra experiencia?, ¿Os animáis a contarnos
alguna otra sugerencia que os funcione en esos momentos en que la energía
flaquea?
Bibliografía:
*Miriam
Tirado, consultora de crianza consciente, @miriamtirado.cat, "surfeando el
coronavirus", www.miriamtirado.com,https://www.miriamtirado.com/blog/
*Álvaro
Bilbao, neuropsicólogo, cuenta de Instagram @soyalvarobilbao, https://alvarobilbao.com/
Comentarios
Publicar un comentario