Hola de nuevo familias:
Para esta nueva entrada, hemos estado reflexionando acerca de un tema que consideramos muy importante y acerca del que nos habéis preguntado infinidad de veces. Los materiales.
Los materiales con los que juegan las criaturas, con los que crean nuevos proyectos y diseños infinitos son muy importantes. Varias veces os han llamado la atención los materiales que tenemos en la escuela, en la que abundan los materiales no estructurados. A continuación os acercamos información sobre este tipo de materiales y del juego de las criaturas.
Socialmente, jugar parece tener una connotación negativa, de actividad trivial sin importancia, ligera, sin concentración, propia de niños y niñas (esos seres débiles y dependientes de adultos que no saben nada de la vida). Pero la neurociencia nos está desvelando secretos que ni nos imaginábamos. Resulta que esos estados de fluir y de concentración que se generan en el juego se ven como unos de los estados más receptivos y activos de nuestro cerebro, donde sucede el aprendizaje real (y no la memorización y reproducción de patrones que nos enseñan en las escuelas) y la alta creatividad.
“El juego es la forma más elevada de la investigación “
Albert Einstein
La magia del juego libre y no estructurado es que es una actividad altamente interdisciplinar. Las niñas y niños aún no tienen la mente tan compartimentada que tenemos nosotros, son divergentes naturalmente, por lo que, si se les deja, mezclan todo y lo hacen con una naturalidad impresionante. Siguen su motor interno de curiosidad y asombro combinando elementos que para nosotros serían incoherentes y buscándoles las vueltas.
Este proceso, a la larga, tiene que ver con la forma natural en la que se equilibran los hemisferios del cerebro. Nuestra sociedad tan racional y mecánica atrofia el lado derecho (el creativo, el empático) y el intercambio de información entre ambos de forma permanente. A través de este juego con materiales desestructurados estamos incentivando dicha actividad.
El material no estructurado es aquel que no tiene una finalidad en sí mismo, materiales abiertos con los que aquel o aquella que juega podrá realizar el tipo de actividad que le inspire dicho material, sin un objetivo ni una finalidad en concreto.
Se adaptan al momento evolutivo. Al no tener un fin concreto y abrirse a múltiples posibilidades de uso, permite que tanto bebés como niños y niñas pequeños adapten su uso a su momento evolutivo. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que sean manipulables y seguros para el momento de desarrollo.
Por ejemplo un pañuelo puede ser ese primer juguete y con el tiempo usarse para meter y sacar, tapar objetos, usar de sábana para una muñeca, de mantel para comer, de pañuelo para el pelo, de pulsera… Y así podríamos ir pensando y enumerando distintos materiales y sus posibilidades a lo largo de la infancia (no solo en el 0-3)
Promueven el pensamiento, la creatividad y favorecen la autonomía. Los materiales sencillos permiten que sea la criatura la que decide su juego y ser la parte activa, la que se enfrenta a nuevos proyectos y nuevos retos (puede regular su actividad), es el bebé y el niño o niña el que pone en acción su pensamiento para profundizar en las capacidades físicas y las potencias simbólicas de cada material y de cada juego. Es la criatura quien construye una finalidad y crea las historias que quiere. Desde los materiales desestructurados es el niño el que va a ser el protagonista de su desarrollo, no el juguete.
Están libres de juicio externo y de expectativas poco ajustadas. Al ser materiales con múltiples posibilidades, a los adultos que acompañamos nos es fácil líbranos del juicio sobre si le dan o no un buen uso o generar expectativas sobre si van a resolver o no el objetivo que traen consigo los materiales estructurados por lo general. Los juguetes clásicos y muy definidos son unidireccionales, suelen marcar el juego. En cambio, cuando tienen a su alcance multitud de materiales no estructurados pueden tener un juego más a fin con sus intereses y deseos y también desarrollar la generación de nuevas ideas y propuestas nada convencionales, observándose así creaciones extraordinarias.
Los niños y niñas pueden jugar tranquilamente mientras nosotros aprendemos a conocer sus intereses y el momento de desarrollo en el que están. A veces la forma del material, su tamaño, su color… es bastante para asociar el material con alguna otra idea y objeto y transformarlo en su mente en aquello que necesita para su juego.
Están libres de estereotipos. Los materiales desestructurados no pertenecen a ningún género en concreto ni promueven ningún rol específico, cada criatura podrá expresar a través de ellos su sentir en el mundo.
Evitan la sobreestimulación: no hay luces y no hay sonidos, por lo tanto, no hay estímulos externos sino que tienen que salir de dentro de cada criatura. A veces pensamos que si un juguete no es bastante estimulante… se van a aburrir. Pero lo cierto es que es incluso al revés… A más materiales y objetos no estructurados haya en un ambiente… mayores posibilidades de ver desfilar juegos creativos y totalmente imaginativos.
"Todos los niños juegan, sean cuales sean las condiciones a su alrededor.
Haya guerra, miseria, hambre o abundancia, nuestros niños juegan.
Se agarran a la más mínima ocasión de jugar que tienen a su alcance."
BIBLIOGRAFÍA
http://www.tierraenlasmanos.com/jugar-con-materiales-no-estructurados/
https://tetaaporter.com/2018/05/07/jugar-material-desestructurado/
http://www.mamáextraterrestre.com
Muchas gracias, es muy interesante, como siempre... Me encanta cómo habláis de nuestros pequeños, con mucho cariño. Muchas gracias.
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