De la tristeza a la empatía

 





Hola de nuevo queridas familias.

Una vez más nos acercamos a vosotros y vosotras para compartir aquellos temas de crianza que desde la escuela creemos que son pilares importantes a la hora de tener en cuenta para poder llevar a cabo una crianza lo más positiva posible y sobre todo desde el respeto a las criaturas.

Cada elección de tema supone una acción de reflexión y trabajo profundo por parte del equipo, por eso esperamos que todo aquello que os ofrecemos vaya llenando de alguna manera vuestra mochila de vida. 

Hoy os queremos abrir una ventana hacia el maravilloso universo de las emociones e invitaros a que exploréis en él a través de las emociones propias pero sobre todo a través de las emociones que sienten vuestros hijos e hijas.

Nos sumergimos en el conocimiento de una emoción que igual no nos despierta mucha simpatía como es el caso de  la TRISTEZA, ya que popularmente nos puede parecer que esta es una emoción negativa, ya que la mayoría de las veces es una emoción que nos hace sentir mal. Pero partamos de la base de que para saber sentirnos bien también debemos aprender a sentirnos mal.


¿Qué es la tristeza?

Una reacción ante una pérdida o situación adversa por la que nos vemos superados. La tristeza también pueda aparecer tras grandes alegrías cuya dimensión resulta excesiva para que la persona que la experimenta pueda gestionarla emocionalmente con eficacia.

El artículo que a continuación os compartimos trata de esa dificultad para gestionar la tristeza por la que pasan vuestros hijos e hijas acompañada de nuestra propia dificultad para ver "sufrir" a quien queremos y nos da ciertas claves para poder acompañarles mejor en su desarrollo como persona.

A nadie nos gusta ver pasar un mal rato a un ser querido, pero transitar en ese tipo de emociones nos dará recursos de auto conocimiento que se inician en los primeros años de vida y nos acompañarán a lo largo de la edad adulta para poder convertirnos en personas más competentes y sobre todo más empáticas.




La autora de este artículo es Pepa Horno Goicoechea, psicóloga y consultora en infancia, afectividad y protección. 

Durante más de veintidós años ha coordinado campañas estatales e internacionales para la prevención y erradicación de la violencia contra los niños y niñas, especialmente el castigo físico y psicológico en el hogar y el abuso y explotación sexual infantil. Ha impartido formación y asesorado programas de intervención en más de veinte países de Latinoamérica, sur y sudeste asiáticos, Europa y el Magreb, además de ser miembro asesor de instituciones y promover el desarrollo de protocolos de actuación en el ámbito educativo, social y sanitario.

Es autora de varios libros sobre desarrollo afectivo y social y coordinadora de varios estudios e investigaciones en el ámbito de la protección.

Hace unos años el equipo pudimos participar en una charla impartida por ella y sus palabras no nos dejaron indiferentes.


Pinchad en el enlace de abajo y podréis acceder al texto.

https://www.rosasensat.org/revista/infancia-172-2/infancia-y-saludde-la-tristeza-a-la-empatia/


Ojalá estas palabras os sirvan para comprender mejor a vuestros hijos e hijas y para poder comprendernos mejor a nosotros mismos, a todos nos gusta ser escuchados y acogidos.


Gracias por haber llegado hasta aquí y que lo disfrutéis.






Comentarios

Entradas populares de este blog

"Detrás de cada niño que cree en sí mismo, antes hubo un adulto que creyó en él".

EL LLANTO

LA NATURALEZA COMO FUENTE INAGOTABLE DE APRENDIZAJES